jueves, 18 de junio de 2015

Presentación novela "Alas Mojadas" de Claudia Robaud

¡Hola a todos! últimamente he estado bastante ocupada con el fin de semestre y todo eso (sí, en mi u no existe el paro pero peor aún, no se incita a espacios de reflexión ni se cuestiona el planteamiento del sistema, en fin...) ¡pero ahora les traigo una entrada! en colaboración con Jenny, la bloguera de la página "Déjame contar palabras" les traemos el estreno del libro de nuestra colega. De ahí que publicaré el nuevo material que me envió Joel y en lo posible si es que en vacaciones puedo editar algo contingente.
El pasado 6 de junio la escritora sanbernardina Claudia Robaud Vasquez presentó su nueva prosa Alas Mojadas en la Casa de la Cultura Anselmo Cadiz. La presentación estuvo a cargo de Marco Rabanales, mientras que la agrupación musical “Los chiquillos” y la solista Valentina Córdoba se presentaron entre bloques y un ambiente íntimo.
“ALAS MOJADAS, es el título de la primera novela de la autora Claudia Roubaud.  Novela breve y fragmentada que logra una secuencia bien definida y precisa, de corte social, nos muestra de forma renovada el tema de la marginalidad y claramente ése es el tema central de sus páginas; porque más que retratar la danza triste y desventurada de su protagonista y demás personajes dentro de un entorno de miseria, creo que en el fondo se vislumbra de inmediato el motivo que impulsa a la autora”.

“Todo gira y parte de ese entorno; lamentablemente tan conocido para nosotros. Los denominados campamentos que nos trasladan a la imagen de un montón de casuchas precarias, arrimadas sobre el barro, emplazados en distintos eriazos de la periferia de la gran ciudad. Sí, un tema tan nuestro y tan sudamericano, por cierto, si pensamos que el campamento chileno tiene símil en la villa Miseria de argentina y en las favelas de Brasil, por ejemplo. Y no cuesta imaginar tampoco otros campamentos en cualquier otro lugar, lo que lo convierte así en un tema universal, la marginalidad como tema de fondo y aunque no sea un tema nuevo bastaría con recordar un par de autores chilenos que ya han tocado los tópicos de la extrema pobreza con todos sus alcances y marcas en quien la vive. El hacinamiento, los vicios y vilezas, la violencia tácita y solapada y a veces el abuso de todo tipo. Pero como dije antes, Claudia recrea este tema con un tono fresco, claro, simple y un registro a veces casi ingenuo, pero no por eso menos sólido.”


“Sin grandes aspavientos retóricos y florilegios estéticos desnuda de manera eficaz ese tema. Esa marginalidad que a veces no se quiere ver y se esconde tras la fachada del modernismo y el progreso. Nos presenta sus personajes bien definidos y sobre todo bien situados en su trama y se agradece esa autenticidad por parte de la autora, ya que logra llegar de forma sencilla y directa a cualquier tipo de lector; entonces, esa sencillez aquí es un atributo que cobra total sentido si pensamos que está narrada en primera persona, es decir, que su propia protagonista, marginal y marginada, es quien nos cuenta casi en la totalidad de la historia. Aunque también tiene algo del tipo de narrador testigo que asiste presencialmente los hechos o puede parecer también contándose la historia  a sí misma. Digo que allí está la fuerza y el sentido si es de suponer que la protagonista no ha tenido mayor educación; y si se expresa debidamente bien o en forma correcta, se pudiera decir, es por la cultura simple y ciertos conocimientos que le entregara generosamente un viejo sabio del mismo campamento, pero lo marginal también inmerso en lo existencial, por supuesto, si desde ahí, en ese entorno, bajo ese signo, entre otros hijos de la miseria, ella, una niña sin nombre del campamento que llega a convertirse en la choriza Ampona de la cárcel debido a escabrosas circunstancias nos revela y nos grita sus anhelos y temores más profundos. Y también, ya en la soledad de su celda sus preguntas esenciales, por su puesto no hayan respuestas en un sistema que a veces parece obtusamente cerrado e indiferente. Léase entonces ALAS MOJADAS como una metáfora de no vuelo: la niña que crece en medio de un campamento y todo lo que esto puede significar, la niña que no pudo despegar de la pobreza; luego la mujer que no pudo romper ese círculo.”
Transcripción: Jenniffer Lazcano
Fotografías: Francya Castro
Lectura de Claudia: Capítulos 8 y 19     

domingo, 17 de mayo de 2015

Poco hemos cambiado, una crónica

 ¡Hola a todos! he venido con una crónica que uno de mis colegas llamado Joel Acosta, ha escrito dentro de su amplio repertorio, y es que me llamó mucho la atención debido a que ésta se publicaba periódicamente en un diario llamado "La firme" años atrás.  Según cuenta Joel: 

 "La nota fue publicada el 2005. En realidad no recuerdo desde cuando y hasta cuando circulo "La Firme", pero me da la impresión que fue hasta 2005. El Director fue Mario Gómez hijo del gran periodista Mario Gómez López que fue famoso por su programa radial "Mario Gómez López y su grabadora.." donde rescataba en vivo los grandes problemas del ciudadano común. La impresión del Diario que aparecía martes y viernes en formato pequeño, se realizaba en una pequeña imprenta en la calle San Diego, al lado de un famoso restoran que aún existe y se llama "Las Tejas". Los que colaborábamos con este pasquín, teníamos que ir los domingos a la noche a doblar y corchetear los ejemplares que saldrían el martes a circulación...Las reuniones de pauta eran generalmente los miércoles a la noche en este mismo recinto, lleno de tintas y olores a imprenta (ratones incluidos) donde aprendí muchísimo con el periodista Mario Gomes López, que fue como un maestro... En lo personal tuve un espacio en el diario que se llamó "De la Vida diaria, una puntada" sugerido por el Director con quien trabamos una gran amistad. Publicaba una crónica. El diario dejó de circular por falta de financiamiento. Murió con una muerte anunciada, ya que al final hacíamos "vacas" para comprar tintas y papel..."

 El texto fue publicado digitalmente, pero el URL ya no está en funcionamiento, lo que es triste. Es por esto que también añadí una etiqueta llamada Cronicas de Acosta, en la cual podrán acceder a más crónicas del mismo autor. 

Poco hemos cambiado      
                                                                                                
 Por la década del cincuenta el país se movía lento, con paso de pueblo rural. Los chiquillos asistían a la escuela pública del barrio y algunos alcanzaban el Liceo, donde seis años de Humanidades les permitían ingresar a un Banco, un puesto administrativo en un Ministerio y los más afortunados a la Universidad.
 Las ciudades iniciaban un crecimiento paulatino y el Estado era el mayor proveedor de trabajo; Ferrocarriles del Estado llegó a tener 25.000 trabajadores en la red que ya se había transformado en la columna vertebral del transporte terrestre.
 Los habitantes de las ciudades se identificaban con sus barrios claramente definidos e identificables por las propias características de sus moradores. Las Cajas de Previsión construían poblaciones que albergaron a familias modestas de una incipiente clase media, que se beneficia con la “Ley Pereira”.
 Clásico era el almacén del barrio, la carnicería, la farmacia, la panadería, el zapatero remendón, la feria libre ocupando varias cuadras con verdores y aromas traídos de las chacras de los alrededores. En esos lugares se encontraba un abastecimiento diario de lo necesario para que las dueñas de casa prepararan todos aquellos guisos, ya casi olvidados, con que se alimenta a la prole, a veces numerosa.
 Era común que las familias de los barrios más humildes recurrieran a la compra con “libreta” en el almacén, la carnicería, la panadería. Se hacía la compra diaria y el importe era anotado por el almacenero. Funcionaba la confianza entre proveedor y proveído. Nadie alteraba o adulteraba las cifras. No había aval o cheques en blanco. Al final del mes, raya para la suma y se cancelaba el total de consumo mensual, y la vida continuaba igual por otro mes y otro mes, y otro mes…
 Hurgando entre los papeles encontrados en un viejo baúl, encontré la “libreta” que mi madre poseía para el crédito mensual de las menestras en “el almacén de la esquina”: Una columna para registrar el día de la compra, otra para indicar un vago “varios” y el importe. Al final de las cuatro o cinco hojas que ocupan las cinco compras del mes la sumatoria y el anexo del 10% agregado “por el crédito”.
De los años cincuenta a la fecha hemos cambiado “la libreta” por la tarjeta de crédito, la usura sigue igual.

                                                                                               Por Joel Acosta
Contacto del autor: joel.acosta@fepasa.cl

miércoles, 13 de mayo de 2015

Estreno obra "Cimientos" de Maizú en Casa de la Cultura La Cisterna


 El pasado 8 de Mayo en La Casa de la Cultura de La Cisterna, se estrenó el poemario "Cimientos" de María Beatriz Ortiz (Maizú), integrante del círculo de escritores de La Cisterna y Centro Literario Ateneo de San Bernardo. Quien presentó la apertura, fue el maestro de ceremonia German Rojas Ormazabal, realizando la alegoría del nacimiento con la obra recién estrenada de la autora, enfatizando que ésta es la primera presentación de un libro del recién inaugurado centro cultural. Hace su declaración también la concejala de cultura Patricia Acevedo Gonzalez, no sin antes con la lectura de Julio Irazzoky quien representa al círculo de escritores de la Cisterna y la de Jose Silva, un escritor sanbernardino. Maizú dedica un texto al día de las madres en su discuro, y lee el poema "Jazz" de la contratapa de su nuevo libro.


María Beatriz Ortiz (Maizú)


A la izquierda el poeta Jose Silva, a la derecha, la autora

Presentación de "Cimientos" con la antecesión de el presidente del círculo de escritores de La Cisterna Julio Irazzoky, al centro la autora, y a la izquierda el poeta Jose Silva. En el piano, el músico ... 

Francya Castro y el escritor Fernando Castillo

Francya Castro y la autora

El comunicador de San Joaquín Gabriel Mirada, entrevistando a la autora para Patio del Sur

Alguno ejemplares






Fotografías: Trova Mundo, Jenniffer Lazcano

lunes, 13 de abril de 2015

Lanzamiento revista Aurora Boreal edición 22 Especial Mujer

 Este pasado 27 de marzo en el Salón Consistorial se estrenó la edición número 22 de La Revista Literaria Aurora Boreal en el salón consistorial de la I. Municipalidad de San Bernardo. Esta edición en conmemoración al mes de la mujer, fue provista de frases célebres de destacadas mujeres de la historia y de imágenes alusivas, junto con las obras de varias de las mujeres del Centro Literario Ateneo. 


A la izquierda, la presidenta del centro Nelly Salas y a la derecha el músico Patricio Sanhueza


Escritora Helena Herrera



Escritoras María Bueno y Carol Wuay



Marcela Royo Lira, María León Bascur y Sergio Gutiérrez-Ferrol


Escritora Francya Castro


María León Bascur expone su poema autobiográfico


Escritora Mirella Neira


Escritora Ingrid Escobar


Escritor Raúl Andani


Escritora Eugenia Leyton


Escritora Leonarda Caroca


Escritora Isabel del Sol


Músico Patricio Sanhueza


Escritora y profesora de historia y geografía Ruby Saavedra


Escritores Rodrigo Carrasco Casanova y Darruych Deij


Escritora María Beatriz Ortiz con un ejemplar

Se contó con la presencia de María León Bascur, escritora que impulsó la Revista Safo a modo de protesta por su rechazo en la integración de la agrupación cultural "Los inútiles" formada por Oscar Castro, en Rancagua, que era exclusiva de hombres. Bascur estuvo muy desdichada esta noche debido a la catástrofe que en Chañaral y alrededores se había producido por efectos del aluvión y familiares implicados en ella. El encuentro terminó con las entregas de ramilletes de rosas, por parte de Nelly a los escritores, fue una noche íntima. 
                             
Fotografías: Alexandre Gorelov